¿A quien no le gustaría poder congelar el tiempo? Sabemos que eso no es posible, pero SI podemos congelar un momento exacto y único con nuestra cámara como: el salto de una ardilla, el baile de una boda, etc.
En este artículo te vamos a dar algunos consejos como ajustar bien los parámetros de tu cámara réflex para que puedas conseguir capturas únicas e irrepetibles.
1. Usa una Velocidad de Obturación Rápida
Cuando nos encontremos delante del objeto o persona que queremos fotografiar y este se encuentra en movimiento, debemos utilizar una velocidad de obturación muy rápida. Normalmente una velocidad superior a 1/500. Cuando usamos este tipo de velocidades de obturación tan rápidas, debes recordar que se reduce mucho el tiempo de exposición y se limita la cantidad de entrada de luz, por lo que las imágenes tienden a quedar oscuras.
Puede que no sea un inconveniente si haces la foto en un día soleado, pero tus fotografías de interior o en días nublados se verán muy oscuras. Para contrarrestar esa subexposición, deberás aumentar la apertura modificando la ISO, o bien, usando el flash.
Para configurar los parámetros, puedes hacerlo con el modo manual o, puedes optar por el modo más usado; el semiautomático que da prioridad a la velocidad de obturación. Lo positivo de este modo es que tú solamente debes preocuparte por configurar la velocidad de obturación adecuada al movimiento que vas a fotografiar. El resto de parámetros los calculará la cámara automáticamente.
Según la cámara que utilices el modo semiautomático cambiará. Por ejemplo, en las cámaras Canon es el Modo ‘Tv’ y en las Nikon y Sony se trata del Modo ‘S’.
Saber con exactitud qué velocidad de obturación es la más adecuada para cada situación, es un poco complicado, ya que dependerá de la velocidad a la que se mueva el sujeto fotografiado. Así que deberás ir practicando aumentándola y reduciéndola hasta encontrar la velocidad que más se ajuste al movimiento que quieres congelar.
Fíjate en los parámetros de estas dos fotografías y verás cómo cambia considerablemente el tiempo de exposición utilizado para congelar el movimiento:
2. Aumenta la Apertura del Diafragma
Puedes usar el modo manual, como se ha mencionado anteriormente, pero también puedes contar con un modo semiautomático. En este caso utilizarás el Modo de disparo con Prioridad a la Apertura. Vendrá señalado por una ‘A’ si tú cámara es Nikon o Sony. En las Canon viene señalado con las letras ‘Av’.
Aumentando la apertura del diafragma nos surge un problema. Y es que se reduce mucho el área enfocada disponible dentro de nuestro encuadre. Por ello es posible que gran parte de nuestra fotografía no salga nítida. Para solventar este problema tienes diferentes opciones:
- Enfocamos bien el objeto en cuestión para que salga nítido mientras el resto de fotografía sale borrosa, para ello deberás optar por una apertura de diafragma más o menos abierta.
- Enfocamos en modo AF-C (servo continuo). No todas las cámaras tienen esta opción de enfoque, pero sirve para que el elemento que queremos enfocar aparezca siempre del todo nítido.
- Cerrar un poco la apertura (aumentar el número f ) hasta encontrar la área de nitidez que tu captura necesite.
3. Controla la ISO para una Correcta Exposición
La sensibilidad ISO es uno de los parámetros que nos ayuda a conseguir una correcta exposición en nuestra captura, permitiéndonos variar la sensibilidad del sensor de la cámara réflex para que pueda captar mayor o menor cantidad de luz.
Para evitar que salgan zonas menos nítidas o desenfocadas podemos aumentar la sensibilidad ISO e incrementar la velocidad de obturación sin necesidad de aumentar demasiado la apertura de tu diafragma. Sin embargo, si utilizas una ISO demasiado alta también aumentará el ruido digital en nuestra fotografía.
Por consiguiente, es mejor que selecciones siempre valor mínimo de sensibilidad ISO y que solo lo aumentes si las condiciones de luz lo requieren o si tienes que compensar los valores de tiempo de exposición y apertura.
4. Utiliza el Flash y/o lentes luminosas
Otra buena opción para congelar el movimiento es usar el flash. Preferiblemente es mejor utilizar un flash externo, porque podremos sincronizarlo al máximo con nuestra cámara.
Lo podemos sincronizar en 1/250 (aunque si tienes un flash HSS/alta sincronización podrás aumentar más la velocidad). De esta forma, se lanza el destello inmediatamente después de presionar el botón del obturador. Fíjate en la siguiente fotografía:
Como ves, tanto en la foto de la gota de agua de arriba como en la de la chica en la ducha, no han sido necesarias velocidades altas gracias al flash.
¿Qué sucede si no dispones de flash externo y las condiciones de luz son bajas? Pues bien, puedes hacer uso de un objetivo luminoso. La luminosidad de un objetivo mide la cantidad de luz que éste es capaz de dejar pasar. Y esto dependerá, obviamente, de la apertura de diafragma.
Un objetivo luminoso siempre te permitirá mayor apertura del diafragma y mayor velocidad de disparo. Estos objetivos suelen ofrecer una apertura máxima superior o igual a f/2, es decir, f/2, f/1.8, f/1.4, f/1…
5. Usa el Modo Ráfaga y el Enfoque Continuo
No olvides que además del modo manual y los semiautomáticos hay dos cosas más que tienes que tener en cuenta: disparar en modo ráfaga y en formato RAW. Lo habitual cuando se utiliza el modo ráfaga, es configurar el Modo AI Servo si tienes una Canon (AF-C en Nikon) ya que vamos a realizar varios disparos con el fin de obtener distintas fotografías de nuestro sujeto bien nítido.
Disparar en formato RAW te ayudará a que en el post-procesado puedas editar mucho mejor tus fotografías antes de revelarlas.
6. La Clave para Congelar el Movimiento: La Composición
La elección del tema que vayas a fotografiar y el momento exacto que realices la captura son la clave para conseguir un buen resultado. Necesitas que tus fotografías transmitan algo a aquellas personas que van a verlas. El vuelo de un pájaro, una botella estrellándose contra el suelo o un globo explotando, son ejemplos de momentos únicos que transmiten esa fugacidad que se busca congelar.
Esta técnica también es muy usada en fotografía de deportes, animales o cualquier actividad que implique acción. Debes tener en cuenta, el movimiento que cada sujeto, animal u objeto va a realizar antes de disparar.
Respeta, si quieres, la regla del movimiento, dejando espacio (o aire) en la zona hacia donde se moverá el objeto fotografiado y la regla de los tercios, que el objeto se encuentra dentro de los puntos de interés de la composición.
¿Te Atreves a Jugar con el Movimiento?
¡Ahora ya tienes la clave para atreverte a desafiar al movimiento y congelar instantes irrepetibles! Todo es cuestión de ir probando… ¿Qué? ¿Te atreves?
Fotografías más información: https://www.dzoom.org