¿Te asusta acercar mucho tu cámara a la persona que posa para ti? Aunque puede ser algo intimidante el resultado de ese tipo de fotografías puede ser unas imágenes especiales e íntimas.

El primerísimo primer plano

Este tipo de retratos se llaman de “primerísimo plano” y se caracteriza por un encuadre muy cercano al modelo. ¿Quieres seguir aprendiendo sobre este tipo de retrato? Pues ¡sigue leyendo este artículo!

El Primerísimo Primer Plano, ¿qué es?

El primerísimo primer plano, también conocido por sus siglas de PPP es aquel donde se coge una porción muy precisa de la cara del sujeto. En la mayoría de los casos, cogeríamos desde la frente hasta la barbilla aproximadamente. Sería, para acabar de entenderlo mejor, como si hiciéramos una ampliación de un primer plano.

Utilizando este tipo de retrato conseguimos imágenes con cierto grado de intimidad y dramatismo al capturar la mirada de nuestro retratado, dando un sentido de proximidad y cercanía a la imagen.

Por supuesto, este tipo de plano también se puede aplicar a todos los ámbitos del retrato. Para que salga bien, solo deberemos fijarnos en la relación del tamaño del sujeto u objeto respecto al marco de la fotografía.

 Técnica y Método que podemos usar:

¿Horizontal o Vertical?

El encuadre para un primerísimo primer plano puede ser horizontal o bien vertical. ¡Tú elijes! Lo único que tendrás que tener en cuenta es el plano que deberás usar: si escoges el formato vertical, el plano será aproximadamente desde la frente hasta la mitad del cuello. En el caso del formato horizontal, el plano irá desde mitad de la frente a mitad de la barbilla aproximadamente.

formato horizontal,

¿Qué resaltamos con un Primerísimo Primer Plano?

Como ya hemos mencionado anteriormente, al centrarnos en el rostro, se resaltará la expresividad y expresión facial del protagonista. La emoción que exprese (ya sea de sorpresa, miedo, felicidad, si está enfado, triste… ) es lo que va a resaltar, sin importar la pose que tenga su cuerpo, ya que no se verá reflejado en la fotografía.

Al acercarnos tanto al sujeto se genera tensión y dramatismo. Puede que no se sienta cómodo teniendo la cámara tan cerca, seguramente podremos ver con las imágenes, poco a poco, van cambiando. Al principio el sujeto esta tenso pero a medida que la sesión fotográfica avanza, se va relajando, dejando constancia en las fotografías que vamos sacando. Por decirlo de alguna manera, es como si nos estuviéramos metiéndonos en la mente del retratado.

¿Qué resaltamos con un Primerísimo Primer Plano?

Pero el resultado es sin duda, increíble. Este plano tan delimitado marca muy bien hacia qué lugar tiene que dirigir la mirada el espectador. No hay elementos que distraigan la atención de lo importante.

Gracias a quedarnos tan cerca del rostro, podemos enfatizar rasgos claves del rostro, como pudiera ser: una intensa mirada, unos bonitos labios…

Factores Importantes a la Hora de Fotografiar un Primerísimo Primer Plano:

1# Objetivo

Factores Importantes a la Hora de Fotografiar un Primerísimo Primer Plano

El primerísimo primer plano se puede hacer con un teleobjetivo. Pero también puedes usar un objetivo más angular, o bien acercándote tú mismo al sujeto.

¿Qué reacción podemos desencadenar en nuestro sujeto? Si captamos un primerísimo primer plano con un objetivo angular podemos obtener tomas en las que el sujeto salga asustadizo, mientras que si utilizamos focales más largas, e incluso focales fijas, los retratos saldrán con expresiones más dulces.

2# La profundidad de campo

En este tipo de retratos debes usar focales fijas, como el 50 mm f/1.8.  Estas lentes son muy luminosas consiguiendo profundidades de campo reducidas que nos ayuden a darle protagonismo al rostro del sujeto y a dirigir la mirada de quien observa la fotografía.

Pero ¡hay que ir con cuidado! Una profundidad de campo reducida implica que salga desenfocada una zona que queríamos que saliera nítida.

3# El enfoque

Debemos estar alerta y enfocar a los ojos, ya que si no podemos enfocar, sin querer, otras zonas como por ejemplo la montura de las gafas y de ese modo perder el efecto de este tipo de retratos.  Debemos poner el foco en los ojos del sujeto (concretamente lo situaremos en el iris), para expresar los diferentes estados emocionales.

Para comprobar que el foco es correcto, puedes utilizar un enfoque puntal de tu cámara y hacer zoom sobre los ojos, para estar 100% seguros de que vamos a enfocar a los ojos y no a las no nos interesa.

Si intencionadamente no quieres sacar los ojos enfocados, y prefieres enfocar los labios o el fondo, en este caso, para comprobar que el foco es el adecuado, utilizaremos el mismo método que con los ojos.

4# Improvisa

No hace falta hacer todos los retratos de cara (frontal). Cualquier retrato, o primer plano, puede estar hecho también de perfil o sin que el sujeto mire a cámara, o dirigiendo la mirada hacia fuera del encuadre.

4# Improvisa

5# La iluminación

La iluminación a la hora de hacer un retrato es vital ya que nos ayuda a transmitir una emoción u otra. Si le sumamos la carga emocional que tiene el primerísimo primer plano, la fuerza que podemos transmitir con nuestros retratos es increíble.

 

¿Y tú? ¿Tienes fotografías hechas con este tipo de plano? ¿Qué es lo que más te gusta de él? ¡Cuéntanoslo aquí!