Continuamos hablando de los archivos RAW vs JPEG. Hoy nos centraremos en aprender a ajustar y revelar un archivo RAW. Como veréis, los resultados que conseguimos con un archivo RAW nunca los conseguiríamos con un JPEG. ¿En qué campos en mejor un archivo RAW?
1. Luz
Gracias a que los archivos RAW contienen una gran cantidad de información, si sobreexponemos un poco la toma (sin pasarnos, no queremos que se queme la fotografía), siempre tendremos un margen para recuperar la información en la zona de las luces o zona clara.
Veamos unos ejemplos.
La fotografía de la izquierda está hecha en JPEG y como veis, se ha sobreexpuesto. Incluso podríamos decir que hay algunas zonas en el área izquierda que han quedado un poco “quemadas”. Nos falta información y detalle. Pero si vemos la fotografía de la derecha en RAW, también ha quedado sobreexpuesta pero, en la edición, hemos podido ajustar la exposición y bajar las altas luces. Las casas del fondo aún siguen sobreexpuestas, pero en el resto de la imagen ya apreciamos muchos más detalles.
En este segundo ejemplo ocurre un poco lo mismo, en la fotografía en JPEG el faro no se distingue mucho del fondo emblanquecido. Mientras que en la fotografía en RAW no solo podemos recuperar información en la zona del faro, sino que podemos conseguir dotar de mayor fuerza a las nubes y el mar.
2. Subir las Sombras
También ocurre muchas veces lo contrario, hacemos una fotografía donde queremos conservar cierta información. Como por ejemplo la siguiente imagen:
Tendremos que subexponer las zonas más oscuras (las casas), pero conversar el color oscuro del cielo. Gracias al RAW, en la edición se puede levantar las sombras y así mostrar lo que se escondía en ellas (aunque no sea con una calidad máxima), algo que hubiera sido impensable de hacer con un JPEG.
En este segundo ejemplo ocurre lo mismo. Cuando no tenemos mucha práctica o vamos con prisas a veces no podemos configurar bien la cámara y no podemos exponer adecuadamente las diferentes zonas de la imagen.
Cuando eso sucede nos podemos encontrar con que tenemos bien expuesto una parte de la fotografía, en este caso el cielo, pero la parte de abajo está totalmente negra. No sabemos qué hay en ella hasta que levantamos en el proceso de edición esas sombras. En esos casos, un archivo RAW puede marcar la diferencia entre salvar una foto o tirarla a la basura.
3. Ajustar la Temperatura de Color
Si dispones de un archivo RAW y disparas sin comprobar antes el balance de blancos con el que estás trabajando, el proceso de edición será mucho más sencillo.
En este ejemplo se disparó la toma rápidamente y cómo veis, se obtuvo una imagen totalmente azulada. Al ser un RAW, tan solo se debe modificar el balance de blancos y obtendremos el color que queremos.
Como podéis comprobar, dándole unos toques en edición y haciéndolo un poco más cálido, la foto ha quedado muy mejorada.
¿Cómo Configuro Mi Cámara para Disparar en RAW?
Para poder disparar en RAW es muy sencillo. Solo tienes que ir al menú de tu cámara para indicar el tipo de formato con el que quieres realizar las fotos.
Muchas cámaras también ofrecen la posibilidad de disparar la fotografía en los dos formatos a la vez JPEG y RAW. ¿Para qué? Bueno, si tienes que compartir una fotografía rápidamente o puede que tu ordenador no logre reproducir el archivo RAW porque le falte algún códec… por lo que sea siempre puedes realizar tus fotografías con los dos formatos. .
¿Te Pasas Al RAW?
¿Qué te han parecido nuestros últimos post sobre el RAW y el JPEG? ¿Te convence la idea de pasar a disparar en RAW? Tal y como hemos visto en las fotografías que hemos puesto como ejemplos el RAW siempre nos ofrecerá muchas más ventajas en cuento a resultado final y edición que el JPEG. Aun así, está claro que tanto un archivo como el otro tienen sus pros y contras.
Y a ti personalmente… ¿Cuál te gusta más? ¡Cuéntanoslo!
Información y fotografias: https://www.dzoom.org y http://blogs.deia.com
